Presentado el III Estudio 'Universidad y discapacidad'
28/02/2017
En el III Estudio ‘Universidad y discapacidad’ han colaborado 55 universidades que engloban al 92% de estudiantes con discapacidad del sistema universitario español.
Fundación Universia y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) presentaron este martes el III Estudio ‘Universidad y Discapacidad’, promovido con la colaboración del Real Patronato sobre Discapacidad, la Dirección General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad y Crue Universidades Españolas (CRUE).
El objetivo de este informe es medir el grado de inclusión de las personas con discapacidad en el sistema universitario español durante el curso 2015-2016. Elaborado por tercer año con carácter bianual, este informe mide la evolución y comparativa de la realidad universitaria española respecto a la variable de la discapacidad respecto a los cursos académicos 2013-2014 y 2011-2012.
Este tercer estudio ha contado con la participación de 526 universitarios con discapacidad, lo que supone un aumento del 23 % sobre los estudiantes que participaron en 2014. Por otra parte, las 55 universidades que han colaborado engloban al 92 % de estudiantes con discapacidad del sistema universitario español.
El encargado de la inauguración del acto de presentación del informe fue el subdirector general de Participación y Entidades Tuteladas, dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Jesús Celada. En la presentación también participaron el director de Fundación Universia, Ramón Capdevila; la subdirectora de Fundación Universia, Sonia Viñas; el presidente del CERMI, Luis Cayo Pérez Bueno, y el rector de la Universidad de Murcia y presidente de la Sectorial CRUE-Asuntos Estudiantiles, José Orihuela, que clausuró el acto.
Programas de movilidad nacional e internacional
En cuanto a la participación de estudiantes con discapacidad en los programas de movilidad nacional e Internacional para realizar una estancia en una universidad diferente de la de origen, las universidades gestionan más del doble de programas de intercambio para estudiantes con discapacidad con una dimensión internacional (60 %) que nacional (29,1 %). Sin embargo, pese a que se repite la tendencia de 2014 donde se observaba que la participación de estudiantes con discapacidad en proyectos de movilidad internacional era superior a la existente en los de movilidad nacional, en la actualidad han aumentado en un 4 % y un 2 %, respectivamente.
Si bien, según el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE) de los cerca de 45.000 estudiantes Erasmus del curso 2015-2016, sólo 42 tenían alguna discapacidad. Esta es una cifra muy alejada de la de la media europea, que según los últimos datos de la Comisión Europea, el 0,14 % de todos los estudiantes que participan en el programa son jóvenes con discapacidad. Esta tendencia a su vez se repite ya que en el anterior estudio se publicaba que en el último año (2014) se habían acogido en las universidades españolas más estudiantes con discapacidad procedentes del extranjero que los que han decidido estudiar fuera del país.
De las becas que aportan las universidades, un 13 % son destinadas a la movilidad internacional y un 5 % a la movilidad nacional. También hay que destacar que las becas y ayudas para estudiantes con discapacidad más demandadas siguen siendo las relacionadas con el transporte y las adaptaciones técnicas.
Perfil del estudiante con discapacidad
De los 15.594 universitarios de grado, primer y segundo ciclo con discapacidad representados en el estudio, el 51,8 % son hombres y el 48,2 % mujeres. Por tipo de discapacidad, la discapacidad predominante entre los estudiantes de grado, primer y segundo ciclo con discapacidad es la discapacidad física (45,4 %) y la menos representada es la discapacidad auditiva (6,2 %).
Estos datos, recopilados en una encuesta realizada a los universitarios con discapacidad, muestran el perfil predominante en las universidades españolas (grado, máster/posgrado y doctorado):
En grado, primer y segundo ciclo, se trata de un hombre con discapacidad física que cursa estudios de Ciencias Sociales y Jurídicas. Si se contrasta este perfil con el de estudiantes general, existen diferencias. El alumno de grado de primer y segundo ciclo es mujer (63,1 % y 51,6 % respectivamente), coincidiendo la rama de estudios de Ciencias Sociales y Jurídicas.
Por otro lado, el perfil del estudiante de máster y el de doctorado con discapacidad es similar al de grado: hombre con discapacidad física matriculado en estudios vinculados a las Ciencias Sociales y Jurídicas. En el caso del máster, también difiere con el perfil general que es mujer (53,4 %), matriculada en estudios de Ciencias Sociales y Jurídicas (59,1 %). En el caso del doctorado es donde se encuentra un cambio en la tendencia respecto al anterior estudio de 2014, donde se reflejaba que el perfil de estudiante de doctorado con discapacidad era una mujer con discapacidad física estudiante de Artes y Humanidades.
Comunidad universitaria con discapacidad
En referencia a los estudiantes, el total de universitarios con discapacidad de las 55 universidades participantes, según los datos aportados por las mismas, es de 17.634, lo que supone un 1,7 % sobre el total de estudiantes respecto de estas universidades. Además, esta cifra representa un incremento de universitarios con discapacidad en términos globales ya que pasan de representar un 1,3 % a un 1,7 %. De éstos, existen más estudiantes con discapacidad que optan por universidades públicas (1,8 %) que privadas (1,1 %). No obstante, las diferencias más significativas se centran en la desviación existente entre aquéllos que optan por la modalidad presencial (1,2 %) y a distancia (3,3 %).
En el estudio actual, la cifra de los estudiantes que extienden sus estudios (Postgrado, Máster), continúa constante con un 1,2 %, y los que optan por realizar un doctorado sube a un 0,9 %. Sin embargo, pese a este leve ascenso, se sigue marcando la tendencia de que a mayor nivel de estudios, menor representación de personas con discapacidad.
Servicios de atención a la discapacidad en la universidad y empleo
Los servicios de apoyo a personas con discapacidad muestran una serie de objetivos específicos, entre ellos, facilitar el acceso a la universidad de futuros estudiantes, así como colaborar y contribuir a la inserción laboral del alumnado con discapacidad y observar las disposiciones normativas reguladoras de la reserva de empleo.
Mientras que el 80 % de las universidades prestan una orientación e intermediación laboral específica para favorecer la inserción en el mercado de trabajo de los estudiantes y egresados con discapacidad, sólo un 20 % de los estudiantes con discapacidad participantes afirman haberla recibido, en parte debido a que en la mayoría de las universidades esta atención se lleva a cabo por el servicio de empleo que atiende a todos los alumnos de manera igualitaria. Para mejorar en este punto, los estudiantes demandan impulsar la comunicación y coordinación interdepartamental entre el área de apoyo a personas con discapacidad y el servicio de empleo de sus universidades.
Inclusión en las aulas
El 60% de las universidades tienen programas de voluntariado en los que los participantes apoyan a los estudiantes con discapacidad. En relación a los voluntarios que reciben formación en materia de discapacidad, se ha incrementado un 20,4 % la cifra respecto a 2014. Sin embargo, al mismo tiempo, hay que señalar que existe un bajo porcentaje de representación entre los voluntarios con discapacidad (5,5 %). El Estudio determina que se sigue pensando en la persona con discapacidad como beneficiaria y no como voluntaria.
A pesar de que se incrementa el número de voluntarios que realiza tareas a favor de las personas con discapacidad, éstas reclaman una mayor participación informal de sus compañeros que les facilite una mejor inclusión y socialización en la comunidad universitaria.
Los servicios de apoyo a las personas con discapacidad ante esta situación proponen realizar talleres de concienciación y sensibilización para los estudiantes, similares a los ya implantados para profesores, así como fomentar la proactividad de los estudiantes con discapacidad e implementar iniciativas de mentorización para mejorar la inclusión en este campo.