Las siete competencias clave para una docencia inclusiva
Laura Moya
2024-12-23
¿Qué nos dice la ciencia sobre cómo ser una o un docente inclusivo?
Desde el CEDID, hemos realizado una revisión sistemática de las publicaciones de impacto de las principales bases de datos científicas. Gracias a esta revisión, hemos analizado cómo es y cómo debería ser la formación inicial del profesorado para avanzar hacia una docencia más inclusiva.
A continuación, os contamos qué competencias deben potenciarse en el futuro profesorado para que este cuente con las habilidades que le permitan transformar su aula en un lugar acogedor para todo el alumnado.
- Competencias reflexivas: reflexionar sobre la propia práctica docente y el entorno escolar permite identificar las barreras para la educación inclusiva y de qué forma podrían erradicarse. El desarrollo de competencias reflexivas permite que el futuro profesorado sea capaz de identificar, cuestionar y replantear sus propias creencias y desafiar las culturas y estructuras escolares que perpetúan la exclusión.
- Competencias socioemocionales: adquirir habilidades socioemocionales es esencial para que el profesorado genere vínculos intra e interpersonales de confianza y bienestar dentro del aula y con la comunidad escolar. La base del proceso de enseñanza-aprendizaje es el acompañamiento y apoyo del o la docente al alumnado, lo que implica el desarrollo de un vínculo afectivo basado en la comunicación empática y la resolución de conflictos, que pueden ejercitarse mediante estas competencias.
- Competencias colaborativas: la colaboración entre el profesorado y de este con el resto de la comunidad educativa es crucial para la educación inclusiva, por lo que el futuro profesorado debe aprender a trabajar en cooperación con el personal docente y no docente del centro y las familias de su alumnado. Mediante la indagación constante, la búsqueda compartida de soluciones, el diálogo abierto, el debate constructivo y la práctica de la codocencia, los equipos educativos son capaces de diversificar el currículo y dar respuestas más personalizadas, de manera que se aumentan las oportunidades para que todo el alumnado, sin excepción, participe de manera activa en las aulas.
- Competencias en pedagogías socialmente inclusivas: el profesorado debe partir de los antecedentes, ritmos y estilos de aprendizaje de todo el alumnado para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula, teniendo en cuenta las experiencias y el bagaje de cada alumno y alumna para diseñar sus clases. Un aprendizaje es significativo cuando el alumnado puede progresar desde lo que sabía a lo que comienza a conocer y por ello el profesorado debe contar con las destrezas que le permitan incorporar los conocimientos previos del alumnado y diseñar sus clases en base a los distintos ritmos y estilos de aprendizaje.
- Competencias en coeducación y perspectiva de género: el profesorado debe ser consciente y saber identificar las desigualdades por razón de género. Como agentes transmisores de valores y partícipes en la socialización de la infancia, el profesorado ha de actuar para erradicar dichas desigualdades y educar en igualdad a niñas y niños. Además, el profesorado debe revisar el currículo e incorporar el legado de las mujeres en las distintas materias escolares y hacer uso de un lenguaje inclusivo.
- Competencias en pedagogías culturalmente receptivas: el profesorado debe tener en cuenta los antecedentes socioculturales del alumnado e integrarlos en el currículo escolar para favorecer el proceso de aprendizaje del alumnado y facilitar su sentido de pertenencia al aula y la escuela. Estas competencias van más allá de conocer otras culturas o participar de sus expresiones folclóricas. Implican que el futuro profesorado cuestione sus propias creencias y condicionamientos culturales, reconozca las distintas características culturales de cada alumno y alumna y las incorpore como parte del currículo en el aula. Además, estas competencias, disponen al diálogo intercultural con las familias del alumnado.
- Competencias digitales inclusivas: en nuestra sociedad de la información y la comunicación, es fundamental que el profesorado tenga conocimientos y habilidades para aplicar las TIC en el ámbito educativo y favorecer con ellas la flexibilización y personalización del currículo al alumnado. La adquisición de estas competencias ha de facilitar que el futuro profesorado se familiarice con el procedimiento de selección de herramientas TIC con las que alcanzar los objetivos de aprendizaje y con su incorporación a metodologías de aprendizaje activas e inclusivas.
Trabajar estas competencias en la formación inicial docente de forma transversal, permite que todo el profesorado desarrolle dichas habilidades para la educación inclusiva: afianzando concepciones positivas hacia la diversidad y su abordaje en el aula, aumentando los niveles de autoeficacia del profesorado y promoviendo actitudes favorables a la inclusión entre el futuro profesorado. Por ello, estas siete competencias clave han de abordarse en la formación inicial docente, para hacer de los centros escolares, espacios en los que se desarrollen culturas inclusivas.